AC Milan y Real Madrid, dos formas de hacer negocios
Dos Ronaldos. Dos grandes clubes. Dos presidentes con estilos diferentes. Dos formas de corromper el profesionalismo de grandes futbolistas.
Desde hace un mes, más o menos, todos sabemos que , de la misma forma en que desde hace por lo menos un año todos sabíamos que .
En ambos casos, los clubes propietarios no estaban dispuestos a dejarlos marchar, de modo que la táctica consistió en forzar la ruptura de la relación entre los futbolistas y sus clubes.
La fórmula no es nueva. El Real Madrid ya la había utilizado para forzar al Internazionale de Milán a vender muy por debajo de su valor a otro Ronaldo, el original.
Y no es algo exclusivo del Madrid. En Italia conocen muy bien el paño.
Luciano Moggi, el supremo intrigante de Juventus, el manipulador de árbitros, según quedó probado ante la justicia, sedujo al sueco Zlatan Ibrahimovic, pero su club, el Ajax holandés, no lo quería vender.
De las grabaciones telefónicas en poder de la justicia, se desprende que Moggi se indignó en determinado momento con el jugador, porque había tenido una buena actuación el día anterior.
Moggi dejó en claro que estaba bajo instrucciones de no jugar bien, para facilitar la transferencia a un buen precio.
Lo que siguió fue todavía más oscuro.
El 18 de agosto de 2004, durante un partido internacional entre Suecia y Holanda, Ibrahimovic lesionó a su compañero en el Ajax, Rafael van der Vaart.
El holandés acusó al sueco de haberlo lastimado en forma intencional.
A fines de ese mes, el Ajax, ya escarmentado y con el vestuario en llamas, vendió sorpresivamente a su estrella sueca.
¿A quién? Pues al Juventus de Moggi, claro.
No hay muchos inocentes, en el mundo del fútbol profesional.
Cuesta mucho, en esto, simpatizar con el Manchester United y el Barcelona.
El club de Alex Ferguson suele ejercer su derecho de pernada sobre instituciones más débiles, de modo que mucha gente en Inglaterra contempla su humillación a manos del club español con una sonrisa socarrona.
La partida de Cristiano Ronaldo será muy dolorosa para su club: es la primera vez en mucho tiempo que alguien le dice que no al Manchester United y a Alex Ferguson.
El Barcelona no es inocente de forzar la voluntad de clubes que se resisten a vender a sus jugadores más preciados, pero la verdadera razón de la sonrisita de muchos, en España y otros países europeos, es la miopía de los dirigentes culés, que no quisieron ver lo que era evidente para el resto del mundo.
Durante los dos últimos años, el Barça exigió a Ronaldinho que respetara su contrato y se esforzara al máximo.
Lo trató como a cualquier profesional, pero Ronaldinho no es cualquier profesional.
Silvio Berlusconi y Adriano Galliani (foto, derecha), presidente y vice del Milan, y Ramón Calderón* (foto, izquierda), el presidente del Real Madrid, quieren a los mejores jugadores del mundo.
El italiano, que ya tiene a Kaká, en su plenitud, y a Pato, la gran promesa brasileña, , el indiscutido, Ronaldinho.
Ha podido esperar dos años porque su poder en el Milan es total: nadie le preguntará "oye, Silvio, ¿no habías prometido traer a Ronaldinho?"
El español está en una posición más débil.
Su presidencia es precaria, ya que bastaría una elección para deponerlo y en cualquier momento podría retornar su predecesor, Florentino Pérez, que todavía tiene un sólido respaldo en la asamblea y entre los socios.
Pérez trajo a Figo, Beckham, Ronaldo y Zidane, a todos por la fuerza, como ahora Calderón quiere traer a Cristiano.
Calderón, que prometió en vano traer a Kaká (a Berlusconi no se le hacen estas cosas), necesita ahora a Cristiano Ronaldo.
Berlusconi es muy seductor cuando quiere serlo, y se encargó personalmente de persuadir a Kaká y blindarlo ante las promesas de los madrileños.
En Manchester, en cambio, nadie supo cómo persuadir al portugués.
Cristiano Ronaldo está en su plenitud, pero queda por verse la reacción del vestuario en el Real Madrid, cuando sus "referentes" deban ponerse al servicio del recién llegado, que tiene un modito bastante altanero.
Ronaldinho tiene garantizada una buena recepción en el Milan, un poco por la presencia de compatriotas, otro poco por la admiración que todos le tienen, y también por su simpatía.
El brasileño compra con su sonrisa, pero luego vende a la hora de entrenarse.
Es evidente la diferencia entre la forma de hacer negocios del Milan y el Real Madrid.
El Milan se las arregla para salirse con la suya y encima queda en buenas relaciones con el Barça.
El Real Madrid se sale con la suya, pero hace enemigos a cada paso.
*En la primera versión de este blog, escribí Mendoza, en vez de Calderón. Ramón Mendoza fue presidente durante diez años, hasta 1995.
ComentariosAñada su comentario
Lalo en algun momento me confundo cuando hablas de la posicion del Barcelona en materia de fichajes, pareciera que se confunde con el Madrid, ademas el presidente del Madrid es Ramon Calderon, una sensible confusion. Espero que todo este bien, disfruto mucho tu blog como pocos.
Estimado Tomas,
Que papelon! Gracias por señalar mi lapsus. Por supuesto es Ramón Calderón. Ramón Mendoza fue presidente del Real Madrid hasta 1995, y a veces se me cruzan los dos ramones.
Te agradezco tu comprensión.
En cuanto a las respectivas actitudes de Barcelona y Real Madrid, no son para nada semejantes. En este caso, el Barça es vendedor y el Madrid comprador.
Ronaldinho terminará en el Milán, pero será el Ronaldinho que el Milán espera o será el tipo bago que jugo en el último año con el BarÇa.
Por otra parte C. Ronaldo tiene ganas de ir al Madrid y sin duda forzara hasta que este cambio sea realizado.
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Luz Feliz
Según las últimas noticias de 鶹 Mundo el señotiro Ronaldo no será merengue, lo ha dicho sir Alex. ¿Será que aún hay chance que se vaya para Madrid? Alguna vez tendrían que hacer (los jueces) cumplir los contratos a estos señores, no sé si a los clubes o a los jugadores, pero me parece que son mal ejemplo para nosotros los que trabajamos en el mundo real (pero no Madrid). Ya no cumplen su palabra empeñada en los contratos millonarios firmados, anunciados con bombos y platillos, multianuales y por sumas que parecen presupuestos nacionales, en conferencias de prensa en las cuales solo falta que se cambien el apellido por el del presidente del club para al año siguiente jugar tan mal para pedir su traslado para jugar en la liga de Uzbekistan. Surrealista.
El dinero en juego es tanto, que la corrupcion no puede faltar. En America Latina, en especial los clubes de Brasil y Argetina, ya no saben como hacer para evitar que los agentes se lleven a los jugadores cuando todavia no han aprendido a jugar al futbol!.
Es una verguenza que la directiva del Ac Milan no haga incorporaciones que sean importantes con lo que a ganado trás la venta de kaká.