No perder la perspectiva
El año comenzó agitado. Gaza acapara los titulares y será primera plana durante un rato. Pero, ¿cuánto es lo que realmente sabemos?
Informar una guerra siempre es complicado, cada parte quiere dar su versión de los hechos y busca limitar al máximo el acceso a la información.
Mi amigo y colega, Hernando Álvarez, me recordaba aquel dicho que señala que la primera víctima en una guerra es la verdad. Y no es difícil ver por qué.
En el caso actual, el ejército israelí ha impuesto restricciones al trabajo de los periodistas desde el inicio de sus operaciones y ambas partes siguen tratando de ganar la intensa guerra de propaganda que se ha desatado en los medios.
Los periodistas quedamos en medio de lo que es un verdadero campo de batalla mediático.
Vemos que los números de muertos aumentan, pero muchas veces es difícil confirmar incluso la realidad de las cifras en medio del fuego cruzado de acusaciones y contra-acusaciones. Y en este contexto de confusión, del dolor de la guerra y de las restricciones informativas, el periodista debe tratar de conservar la perspectiva.
¿Cómo lo hemos hecho nosotros?
La primera tarea ha sido tratar de entender el conflicto, ver .
Sin embargo, eso sólo es el primer paso. A pesar de las restricciones, la 鶹 ha logrado introducir periodistas en la zona de conflicto y ha tratado de .
Pero es importante conocer también y también recoger las voces de (organizaciones humanitarias, diplomáticos, etc.)
Es también crucial alentar el debate y ha sido uno de los que más participación ha generado en los últimos meses.
En resumen, durante una guerra, la contaminación y la manipulación informativa son riesgos muy constantes y tenemos que cuidar meticulosamente incluso el lenguaje que usamos.
Por ejemplo, se habla mucho de las víctimas civiles en este conflicto y surgen las acusaciones cruzadas de quién es responsable del alto número de civiles muertos y heridos. Pero realmente hay que empezar por preguntarse Esa es una interrogante que se tuvo que plantear uno de nuestros corresponsales.
Y como éstas hay muchas más aristas que explorar y poner en la justa dimensión. Al fin y al cabo, lo que está en juego es la verdad. ¿Qué opinan ustedes de nuestra cobertura?
ComentariosAñada su comentario
Hay restricciones, se trata de una guerra, sin embargo, nada justifica una cobertura incompleta de un conflicto que fue anunciado con suficiente antelacion para que las salas de redaccion se hubiesen preparado. Particularmente creo que el tipico descuido de diciembre en los medios de comunicacion contribuyo mucho a las restricciones y manejo de la informacion de las partes en conflicto. En un segundo aspecto, la historia demuestra, que cuando un reportero se lo propone, la perseverancia y la astucia siempre triunfan, ante la fuerza de una bota militar. Se que los lectores, televidentes y radioescuchas vamos a
conocer mas a profundidad los hechos, un poco tardio, pero es mejor que nunca.
Uno de los aciertos de su cobertura ha sido darle espacio a personas que viven el conflicto para que ellos mismos puedan contarlo. Esto se agradece mucho. A veces los periodistas estamos tan preocupados por el equilibrio de las notas que olvidamos algunos componentes que los lectores necesitan sentir. Nunca he hecho coberturas de guerras - si tuviera , lo haría- pero intuyo que el no perder la perspectiva implica no dejarse arrastrar por las emociones, pero tampoco olvidarlas. Tan terrible puede ser lo primero como que los lectores crean que somos robots.