Un respiro para el cielo
Sabíamos de antemano que la calidad del aire es un tema álgido tanto para atletas y directivos de las diferentes delegaciones como para los organizadores de los XXIX Juegos Olímpicos. Pero a nuestra llegada a Pekín pudimos constatar la verdadera dimensión del problema.
No es que apenas uno sale a la calle comienza a toser, no es para tanto. Sin embargo, la bruma gris que se cierne sobre la ciudad es una clara señal de que el aire no tiene la limpieza que el Comité Organizador había prometido.
Las múltiples medidas implementadas no parecen haber dado el resultado esperado. Una de ellas fue sacar de circulación a casi un tercio de los más de tres millones de automóviles que transitan diariamente por la ciudad.
También se han establecido vías olímpicas, rutas en las que sólo los vehículos autorizados pueden transitar, como alternativa para reducir los congestionamientos.
Lo curioso es que en algunos casos el remedio es peor que la enfermedad. Lo digo porque fui pasajero solitario en el autobús que me llevó del aeropuerto a la villa de periodistas. Un desperdicio de combustible y de espacio si preguntan mi opinión.
La 鶹 está monitoreando día a día los niveles de polución del aire de Pekín. Para ello se mide la cantidad de partículas causadas por la quema de combustible fósil por metro cúbico de aire. Este martes ese nivel se ubica en unos 104 microgramos por metro cúbico, bastante por encima de los 50 que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
Pero el lunes la cifra ascendía a 292, así que por el momento la situación no se ve tan gris como el cielo.
En cualquier caso sigue vigente la promesa de que si estas condiciones adversas ponen en peligro la salud de los atletas, algunas competiciones que exigen gran resistencia podrían ser postergadas.
Aún así quienes están al frente de la justa olímpica aseguran que eso no será necesario.
Claro, también hay que preguntarse -en caso del retraso de algún evento- cuál sería la garantía de que en días posteriores la calidad del aire mejore.
Sin embargo, queremos compartir con ustedes la experiencia de uno de los tantos colegas de la 鶹 presentes en Pekín, quien decidió poner a prueba el efecto de una atmosfera pobre en la resistencia de un atleta. Para hacerlo, Tomo Fordyce salió a la calle a correr diez kilómetros.
Al final del esfuerzo sintió el efecto en sus pulmones -"a la mitad de su tamaño real"- y comenzó a toser como "si fuera un adicto de 20 (cigarrillos) al día".
Pero no todo es gris en la capital china. Curiosamente mientras más cerca estamos del ocaso del día, vemos como el azul retoma su espacio en lo alto, con la promesa de darle un respiro a quienes siguen preocupados por contar con un aire lo suficientemente limpio para no empañar el brillo de los Juegos.
Por lo pronto y para asegurarse de que todo salga como está planeado, con la llegada de la noche se realizará otro ensayo general de la ceremonia de inauguración. Un poco antes vimos a un nutrido grupo de jóvenes que participarán en ella esperando pacientemente bajo un candente sol.
Claro, en esta oportunidad las cámaras están más que prohibidas, no vaya a ser que se filtren una vez más imágenes de la fiesta sorpresa que nos están preparando para el ocho del ocho a las ocho y ocho.
ComentariosAñada su comentario
hola, soy de venezuela le deseo todo la suerte a los atletas venezolanos y que dios los bendiga. viva las olimpiadas me fascina el deporte. besos saludos a toda la gente de beijin.
Sabes como se ha comportado en otras sedes olimpicas o este reporte suyo esta permeado con la subjetividad de restar el brillo a los juegos olimpicos del 2008. Que por ciento hasta ahora cuando habla el presidente del COI es hasta ahora la mejor ceremonia, tal vez resalte en otra cronicas los valores en la organización de los juegos. Salud