El fútbol ya no espanta a los intelectuales ni a la iglesia
El , que es un Estado independiente, quiere tener y participar en los torneos europeos.
Muchos medios de comunicación han informado de esto con un tonillo de incredulidad, como si se tratase de una excentricidad. Otros creen advertir una sofisticada maniobra política, tal vez el retorno de la democracia cristiana.
En realidad, la reacción ante esta iniciativa sugiere que muchos todavía no están dispuestos a eliminar las últimas barreras entre el fútbol y ciertas manifestaciones de la inteligencia, como la cultura, la religión y la política.
El impulsor del proyecto del Vaticano es el secretario de Estado, cardenal Tarsicio Bertone, y lo subestiman tanto quienes lo crean un viejo excéntrico como los que sospechen que se trata de un viejo taimado.*
El hombre es poderoso y seguramente muy inteligente, pero al mismo tiempo se interesa vivamente por el fútbol. Aquí hay algo raro, dicen los cínicos.
El prejuicio existe en todas partes, aunque en ciertos países está más arraigado que en otros. Para decirlo brevemente, el fútbol "no es serio", y sus practicantes y seguidores son frívolos, en contraste con los aficionados a otros deportes más sensatos, como el golf, el tenis, el rugby y el cricket.
Al llegar a Inglaterra, hace ya 26 años, me llamó la atención que la gran mayoría de los intelectuales locales menospreciara el fútbol. Me explicaron que en esto tenía mucho que ver el "sistema de clases", que maniataba entonces a la sociedad británica. También, por supuesto, la violencia de los hooligans, que teñía de brutalidad todo el deporte.
Al mismo tiempo, en numerosos viajes a Italia pude comprobar que allí el calcio tenía el lugar de honor en todas las capas sociales, y que las mujeres compartían el entusiasmo de los hombres e iban a los estadios.
Los intelectuales italianos dedicaban tanto tiempo a las charlas de fútbol como al análisis de los problemas sociales y políticos. El juego no era frívolo ni una pérdida de tiempo, sino un placer compartido por el cuerpo y la inteligencia.
En España, en cambio, la imagen del fútbol todavía estaba ensombrecida, a comienzos de los 80, por la manipulación populista del franquismo, que desalentaba las discusiones "inteligentes" sobre el tema.
La apertura ha traído un viento fresco que ya es vendaval. Hace poco se desarrolló en un centro cultural de Barcelona una semana de encuentros dedicados al fútbol, con películas, disertaciones y charlas.
El organizador fue el escritor mexicano , uno de los tantos intelectuales latinoamericanos apasionados del fútbol, entre los que podemos citar al poeta colombiano Juan Manuel Roca, el escritor uruguayo y el dibujante y escritor argentino .
En Barcelona todos recuerdan la elocuencia del fallecido , mientras que los madrileños tienen a , y los londinenses la pasión obsesiva de Nick Hornby.
Marías tocó el tema político en Barcelona, al sugerir que el estaría identificándose demasiado con la Generalitat (el gobierno catalán), y los catalanes seguramente le habrán recordado lo cerca que estuvo el del gobierno de Franco.
Pero esto no fue lo central: el asunto político, la fractura entre Madrid y Barcelona, no se convirtió en el factor definidor del encuentro.
Del mismo modo, el interés del Vaticano por participar en los torneos europeos no debe interpretarse como una mera maniobra política, para reintroducir la democracia cristiana por la ventana.
En realidad, hay que mirarlo desde el punto de vista deportivo.
Esto sugiere que el Vaticano ya no considera al fútbol por debajo de su dignidad, y que no le parece mal confiar su representación a futbolistas.
La transformación será completa cuando no exija que todos los integrantes de su equipo sean católicos, apostólicos y romanos.
La presencia de un equipo del Vaticano en las canchas de fútbol también servirá para afilar el ingenio de los autores de estribillos. Ya nos estamos relamiendo.
* El cardenal Bertone aclaró luego que había sido mal interpretado por los periodistas que informaron originalmente: el Vaticano no quiere tener un equipo profesional. Es acertada, entonces, la corrección del lector Luis del Castillo.
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Es cierto, pero el interes de los intelectuales no es tan reciente como el de la iglesia. Recordemos tambien que los curas han utilizado el futbol como factor de motivacion desde muy temprano. Tu diras que el secretario de Estado no se enteraba, pero alli estaban. Lo cierto es que a medida que nos civilizamos, se hace mas profunda y equilibrada nuestra percepcion cultural del futbol.
Asombroso.. a mi parecer no, porque no?
Acason no se puede o es que la mentalidad esta fija en una cosa y no se puede abrir a nuevas cosas y normales cosas.
Al final deporte hace bien y es una forma de demostrar los cambios y los nuevos progresos en una forma en que se adapten nuevas cosas, sin ser mezcladas.
A favor 100%
Saludos Pipe
El futbool no es mas pasión de multitudes ,sabes porque ,hoy se juega todos los días por efecto pesos .Antigüamente, solo los días Domingos y ese encanto de una vez por semana, comentarlo en la oficina, en el trabajo, con los amigos, en el bar etc. No existe mas, es solo un comercio,nos supero la sociedad de consumo. Camisetas ,gorros, banderas, panchos, choripan, gaseosas. En otros tiempos,la mujer preparaba la comida temprano el fanatico, se dirigia caminando hacía la cancha. Hoy lo hacen en micros,las barras bravas a la orden del día,eso no es deporte.
este deporte es arte, ciencia y ficcion y todos los connotados en ese saber le van ordenando para darle la maxima extension en todos los lugares del mundo, que para los aficionados sea una pasion es otra cosa,que para los medios sea retorica es otra cosa, para los deportista es intuicion, fuerza, denuedo y maxima desarrollo de su intelecto evolutivo.Por su puesto es un gran deporte colectivo.El alma, el cuerpo y su corazon estan con todos los romanticos de este deporte en mundo;pues, el vaticano es corazon del mundo debe intervenir en todas lass manifestaciones del orbe.
La intelectualidad latinoamericana, o por lo menos buena parte de ella, ha desechado al fútbol y lo ha calificado de "cuestión vanal". Esto, por supuesto, no está sino fundado en la envidia, porque si el fútbol realmente fuera vanal entonces tanto o más lo serían el teatro, el cine y la literatura. Eso es mentira. El fútbol no es sólo un deporte, sino un fenómeno sociológico digno de estudio y observación. La conducta social se ha reflejado muchas veces en una cancha de fútbol y sobre él se han creado estrategias de marketing, planes de desarrollo, tácticas de juego, figuras, ídolos, héroes, villanos. La conducta del hincha -semejante a la devoción del feligrés- no sólo es digna de estudio, sino de admiración. Además de altiva y contagiosa. En el fútbol, como en la sociedad moderna, tenemos que dar espacios para todos los actores sociales. Sólo así se logra un equilibrio sensato. Entonces, ¿por qué no la iglesia con su equipo de fútbol? Por supuesto, como en la vida civil, habrá que cuidar de separar claramente los poderes. No sería justo, desde ningún punto de vista, que la FIFA empiece a ser influenciada por fuerzas sobrenaturales ajenas a los demás equipos.
Y quienes jugarían por el Vaticano?, que yo sepa la misión de los sacerdotes es propagar el evangelio, cualquier otra actividad es "terrenal" algunos dirán que inevitable como la de ser administradores de negocios....pero eso de practicar algún deporte de manera profesional? dudo mucho que se justifique, más si reiteradamente se comenta que hacen falta sacerdotes evangelizadores en el mundo.
El comentario acerca de formar un equipo del Vaticano que participe en las competiciones europeas es totalmente falso, si existe un interés del Vaticano
por tener su propio equipo de fútbol pero el mismo no competiría a nivel profesional.
Primero, en respuesta a las alegaciones de Matilde del Carmen Masats puedo asegurar que las costumbres que menciona
estar supuestamente perdidas todavia existen el futbol se sigue con los amigos,en el trabajo, en el bar. Por otra parte, en respuesta a Belcar Cuentas-Zavala los sacerdotes si pueden practicar distintos deportes como diversión pero no a nivel profesional, como lo has mencionado últimamente, ya que no incide en sus labores religiosas.
Primero, en respuesta a las alegaciones de Matilde del Carmen Masats puedo asegurar que las costumbres que menciona
estar supuestamente perdidas todavia existen el futbol se sigue con los amigos,en el trabajo, en el bar. Por otra parte, en respuesta a Belcar Cuentas-Zavala los sacerdotes si pueden practicar distintos deportes como diversión pero no a nivel profesional, como lo has mencionado últimamente, ya que no incide en sus labores religiosas.
Estábamos estudiando una Maestría y con los compañeros jamás comentábamos sobre fútbol y menos del fútbol local. Hasta que hubo una situación extraordinaria en un partido de fútbol que afectó al país, que era inevitable tocar el tema. ¡Qué grandes conocedores de fútbol éramos al comentar aspectos, tácticos, estratégicos, dirigenciales, organizativos, etc.! Todos sabíamos de fútbol, y hasta colores de camisetas salieron a relucir, pero en ese ambiente pareciera que era muy superficial hablar de fútbol, y mucho menos mostrar interés en él. Un saludo de feliz principio de año a todos.
Competencia desleal. Mientras el capitán del equipo sea el mismo Dios, quién se atreve a meterles gol?
Cuando las personas se desenvuelvan más en el plano espiritual y menos en el intelectual, veremos que hablar de Jesús es hablar de cualquier manifestación cultural del hombre, incluyendo al deporte. La dignidad de todo hombre ante una ética cristiana debe ser entendida y respetada dentro de sus costumbres, sus ritos, manifestación social, religiosa, política.
Tenemos que ver al cristianismo o cualquier otra manifestación religiosa dentro de toda manifestación del comportamiento humano. Desde la perspectiva espiritual no existe la segregación inter disciplinaria, la vida se ve y se analiza con la visión de un todo, de la unidad.
Podemos hablar de Jesús de un modo integrado con el deporte, las artes, la política, la salud, la guerra, la vida y la muerte. En fin, todo es exactamente la misma manifestación si se hace dentro de la intensidad del profundo amor de Jesús.
Así que bienvenido el deporte al Vaticano. Al fin podré descargar toda mi energía a favor de un equipo perteneciente al Estado Vaticano del cual, como católico practicante, me considero su ciudadano.